Nada como creer en tus sueños para hacerlos realidad. Así les ocurrió a los dueños de este hotel, Fréderic y Biousse Guiallume, que dejaron su estresante vida en París para reorientar su camino: «Nos hicimos con esta preciosa casa de la Provenza, construida entre los siglos XVI y finales del XVIII en el encantador pueblecito de Lauris, y la convertimos en un hotel de lujo». La transformación arquitectónica del Domaine de Fontenille se la encargaron a Alexandre Lafourcade, un experto en la restauración de los castillos. Fatástico el decorado, con pinceladas clásicas que sorprenden junto a arte contemporáneo y diseños de grandes maestros.
Súper único en su estilo.