» At night it is so quiet that you begin to hear the stars.” Benedict Allen.
El hotel Adrére Amellal con sus 40 habitaciones, es como ningún otro: Un mítico pueblo abandonado en el desierto, sus ladrillos de barro construido en la ladera de una montaña de piedra arenisca, sus ventanas se abren hacia un brillante lago. En su corazón es un eco-lodge; no hay electricidad, ni televisión, ni los zócalos en los que cargar tu teléfono. Por el día, el sol pega fuerte, por la noche, cientos de estrellas iluminan la tierra.
Es un lugar de belleza salvaje… El imponente desierto…